sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Feliz 2012!

¡Un feliz 2012, sí sí sí, feliz, para todos los que visitan El camino a Samarcanda, y muy especialmente al/a la visitante 3000, que me muero por saber de dónde es!
Novedades: a partir del 9 de febrero, El camino a Samarcanda pasará por Lima, Caral, Trujillo, Chan Chan y la Amazonía peruana.

Musiquita para comenzar el año aquí.

Ni por todo el té de China
ni aunque te cante esta canción
y recorra la Argentina
o te dé mi corazón...

Cariños,
Patricia

lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Quién quiere ser invisible?

Ya está on line "¿Quién quiere ser invisible?", el artículo que preparé para el dossier Mujeres que hacen libros, de Mora, la revista del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (Facultad de Filosofía y Letras, UBA).


Enlace al artículo aquí.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La pampa y el Paraná

Visita a la reserva Otamendi un día de sol.

Lo más lindo de la reserva es el contraste entre la terraza alta
y los terrenos bajos formados por los sedimentos
arrastrados por el río. Y entre un ambiente y otro, la barranca.
La vieja estación del ferrocarril.


Cardos invasores, pero lindísimos.


Desde los miradores que están en lo alto de la barranca,
se ven los terrenos bajos,  inundables.
El camino que va al Paraná de las Palmas.
Al lado, del río, todos pescando.



Palabras de la reserva: ceibos, sauces criollos, canelones, juncos, totoras, pajas bravas, espadañas, repollitos de agua, pastizales de pelo de chancho, hunquillos, flechillas, colas de zorro. Bosquecitos de tala.

En la reserva hay un vivero de árboles nativos, con renovales de tipas, canelones, timbós, jacarandás, talas, mataojos y viscos.



jueves, 3 de noviembre de 2011

¡Aquí está Monte!

Presentación de Monte en el Malba. Con sillitas.





Llegué temprano y aproveché para sacar las fotos.  Monte me dio menos trabajo que Teleras, porque tiene poquito texto: la presentación de Belén Carballo, los artículos de Gui Bonsiepe y Norberto Chaves, y dos textos largos de Ricardo Paz, entre ellos uno imperdible que describe cómo se hacen estos muebles en el monte santiagueño. El diseño fue de Rubén Fontana y las fotografías de Andrés Barragán. ¡Cómo puede ser que yo todavía no conozca ni Mailín ni Salavina!

Nota sobre el libro en Página 12.

martes, 11 de octubre de 2011

Incluso

La vida sigue siendo bella, incluso cuando nos parece triste.
B. Traven, La nave de los muertos.



domingo, 11 de septiembre de 2011

Bocaditos

Día del maestro a pleno sol. Se repartieron los Bocaditos en las plazas de la ciudad.

En Palermo. El sueño del autor y del editor: todo el mundo leyendo Bocaditos. ¿Qué pensaría Gabriel Zaid?

domingo, 4 de septiembre de 2011

En ese país

"En ese país el río tenía muchas, pero muchas orillas, y no dos, como en otros países, porque el río era muy ancho y estaba lleno de islas en el medio".

Juan José Saer, El limonero real.



Las Delicias, en Santa Fe

Para reponerse del frío y del viento. ¡Té con tres deliciosas bombitas de crema pastelera!

El país del sauce en invierno

Un día gris. Un día gris de invierno. En esta pequeñísima provincia del país del sauce la mañana comenzó con un sol lunar, que teñía de rojo las aguas del arroyo Leyes.



"Ahora entró mucha agua", y estas islas de Santa Rosa de Calchines son bajas, más bajas que las que están frente a San Javier. Se llevaron la hacienda hace dos semanas. En las islas más altas quedan unos pocos animales. Chapotean, se embarran, comen camalotes.


En las islas bajas solo hay sauces y timbós blancos, que resisten el agua. Muchos timbós blancos con tres marcas, de tres crecientes, en los troncos.





En las islas más altas hay ceibos, curupís, talas (con sus ramas embrolladas), laureles, ingás, sangres de drago y aromitos. Los aromitos estaban en flor.



En una isla alta hasta había una fragante planta de salvia. ¡Verdísima!
Como el agua estaba alta, se podía pasar con la lancha por las lagunas.



Vi camalotes quemados por la helada. Pero los canutillos, los catay y las verdolagas estaban bien verdes. Y vi muchos entremetidos, verdes y rojos.




También vi dos pichones de nutria, garzas blancas, garzas overas, biguás, gallaretas, ocós, tuyangos y unos altísimos doroteos. Vi varias ranchadas de pescadores sin pescadores, porque era fin de semana y se habían ido al pueblo. Y dos o tres familias haciendo fuego para un asado.
El país del sauce es bellísimo hasta en los días grises de invierno.




sábado, 16 de julio de 2011

Pampa

Paseo por Capilla del Señor y el campo de los alrededores. La pampa en invierno y con sol.





jueves, 9 de junio de 2011

Bogotá final

El último día en Bogotá, y en Colombia. Un día puede tener más de 24 horas.
Vi unas obras de pequeño formato en la colección de arte del Banco de la República. Como estas de Fídolo (!) González Camargo.

La calle real,  c.1915.


Paisaje del río Tunjuelo, c. 1910.

Finca La Palestina, Bosa.

Y esta otra, que me gusta que se llame Nocturno y tenga tanta luz blanca.

Nocturno. Arrabales de San Cristóbal.


Vi un óleo anónimo de la escuela humboldtiana (¿para que sea de la escuela humboldtiana una pintura tiene que mostrar volcanes?).

Páramo de las papas, c. 1840.

Y conocí a las monjas muertas (pero no me dejaron sacarles fotos; mejor).

Compré Cds en un negocio en la 7ma. y comí crêpes con Alfonso en el subsuelo del edificio Monserrate. Carlos: te hice caso a vos también.


Caminé por el eje ambiental.


Fui a mi querido tropicario del Jardín Botánico José Celestino Mutis. ¿Se pueden querer los lugares? Yo a este lo quiero.



Caminé por Teusaquillo.


Le saqué fotos a las Torres del Parque, de Salmona.


Y en la calle 10 con segunda me di cuenta de qué linda es esa esquina de La Candelaria de noche. ¡Y me enteré de que existe la carrera 0 (cero, sí, cero)!

El último día en Bogotá amaneció con un sol de verano; luego se nubló y luego llovió. Y luego dejó de llover, pero el sol ya no estaba. Así que ese día pude ver a Bogotá con todas sus luces y con todas sus sombras.

Bye bye Bogotá, bye bye Colombia, con la-33, que cantan "Bye bye" (¡eso coincide!) y que son de Teusaquillo (¡eso también coincide!): ¡te digo, mamita, así me quiero quedar!

Bye bye, Chocó

Me voy del Chocó con fotos de lugares secretos. No importa si no se ve mucho el mar.





Me voy del Chocó con "Boquita salá". No importa si no coincide. No importa nada.