miércoles, 12 de junio de 2013

Quattro canti

En centro de Palermo es el cruce del corso Vittorio Emanuele con via Maqueda. Ahí están i quattro canti, las cuatro esquinas, un espléndido escenario barroco annerito dal tempo (caminando por Palermo a cada rato pensaba en la frase annerite dal tempo --ennegrecidas por el tiempo--, que leí hace mucho referida a las casas de Fontamara). En esa esquina de fachadas curvas se tocan los cuatro barrios del Palermo viejo: Albergheria, La Kalsa, Castellammare o Loggia (o Vucciria) y Capo.
Esta es la esquina sur, que corresponde a la Albergheria. En la segunda foto, se ve la cúpula de San Giuseppe dei Teatini. En esa misma foto, la esquina en primer plano es la este, la de La Kalsa.



Esta es la esquina oeste, la de Capo.


Y esta es la esquina norte, la de Castellammare.


Las cuatro esquinas son casi iguales: son curvas, tienen estatuas de los reyes españoles de Sicilia y de santas palermitanas, y fuentes con estatuas de las estaciones.
Esquina Sur (Albergheria): Carlos V, santa Cristina, primavera.
Esquina  oeste (Capo): Felipe II, santa Ninfa, verano.
Esquina este (La Kalsa): Felipe IV, santa Oliva, otoño.
Esquina norte (Castellammare): Felipe III, santa Ágata, invierno.

A los quattro canti también le dicen "teatro del sol", porque a medida que transcurre el día las esquinas se van iluminando o quedan en sombras. Una de las cosas que me gustan del barroco es que logra ser más que escenográfico: hace que lo inanimado no sea solo un telón, sino que tenga vida, que participe de la representación.

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