Tastil

La primera vez que fui a San Antonio de los Cobres tenía 19 años, viajé en tren, que no sé si se llamaba de las nubes, y no pasé por Santa Rosa de Tastil. La vez siguiente fue en noviembre, y como fui en combi pasé por el pueblo (en esa parte, la ruta y la vía se separan). ¡Qué lástima no poder ir al sitio, pensé! Esta vez me di el gusto. Eso sí, ir dos veces en siete meses a San Antonio de los Cobres es un exceso.
La primera parte del camino le seguimos el paso al tren. Todos a mirar las maniobras, con la boca abierta, como chicos.